Hay personas que somos muy emocionales o muy apasionadas, lo
que en palabras simples significaría que cualquier cosa te afecta el doble o el
triple que a los demás. Las palabras,
cada palabra se repite en la mente, resuena y duele cada vez que pasa por tu
mente. En esos casos sería bueno tener mala memoria, pero como dolió, no se
olvida.
El ser así, hace que te impresiones y te proyectes con
cualquier cosa o persona, porque da la coincidencia de que la mayoría tiene
buenos pensamientos sobre los demás “Cómo me va a ser daño” “para qué” “no, no
creo que sea así”. Pero lástima…. La mayoría de las veces vienen las desilusiones
y paff! Te estrellas contra el suelo y te quedas tirado ahí un largo tiempo, porque
obvio, te dolió el doble.
Y ahí estamos otra vez, esforzándonos, fingiendo alegría
para no tener problemas, fingiendo que todo está bien porque no quieres
arruinar ese breve momento de felicidad. Esa felicidad que no llega ni
disfrutas porque sabes que en cualquier momento volverás a caer.
Por eso también te enamoras rápido (bueno, no amor “amor”).
Ves a alguien, te hace reír, te escucha, un poco de atención, un poco de
cariño, una llamada y ahí estás enganchada otra vez, sí como tonta. Y te
imaginas un mundo maravilloso, de colores pasteles y unicornios, das todo por
esa ilusión, te entregas aunque pensabas no hacerlo .Das tu cariño, tiempo y
atención por esa persona que piensas que te puede alegrar el día. Piensas en
él, le escribes, ahora un poco temerosa, pero siempre con esa ilusión. Y no es
la ilusión del príncipe azul, no. Es la idea, la esperanza de que algún día
alguien sea realmente sincero contigo y que si te quiere de verdad te lo diga
cada vez que lo sienta, no por cumplir, sino porque el corazón pide a tu boca
que lo digas. Que si tus manos acarician las mías, no sea porque se ve bonito
en las películas o que si me abrazas y me tocas sea porque lo necesitas y lo
quieres y no porque crees que es “lo
correcto”.
Autosatisfacción. Eso no existe. Esperas a que llegue
alguien que te haga feliz porque sola o solo no se puede ¿cómo? Me quiero pero
no lo suficiente como para subsistir así, solo .Eso sí que da miedo.
¿Pero prefieres tener
a alguien que no te quiere como tú a él?
¿Prefieres esforzarte
día a día por alguien que no daría ni un peso por ti?
¿eso prefieres?
¿Cuánto vamos a
aguantar así?
¿tu aguantarás?
Llevo tiempo aguantando.
Busco cariño ¿tú que buscas?
Lo mismo.
¿y ellos?
…
Estamos mal. Lo sé. En el fondo lo sabemos. No está bien.
Por qué buscar la felicidad en el otro. No debe ser así. ¿Pero cómo se hace?
A estas alturas, tenemos dos opciones: o nos ponemos a
llorar o hacemos como si no nos importara.
Prefiero lo último.
Quizás algún día deje de importarnos de verdad.
Comentarios
Publicar un comentario