Y se dio "esa" conversación. Esa que yo necesitaba. No fue tan terrible. Muchos silencios, una lágrima por el exceso de emociones... y tranquilidad.
No sé si tendrá solución, pero era lo mejor que podíamos hacer. Hablar, saber.
Era necesario.
Esto lo encontré en un blog, me gustaron los consejos para superar un mal día... aquí van: Saca las fuerzas de flaqueza de tu interior: Todos los seres humanos tenemos un espíritu intrínseco de sobrevivencia. Algo que nos hace sacar energías y principalmente ánimo desde nuestras entrañas y nos permite sentirnos mejor. Habla con un extraño: En un bar, gimnasio, en la parada de autobús, el taxista, un psicólogo alguien a quien le puedas contar todas tus desgracias de este maldito día y que no te juzgara porque no te conoce. Eso si que ayuda, desahogarse es la clave. Mira a tu alrededor: Ayuda a alguien y verás como cambia tu perspectiva. ¡Ayúdate a ti mismo! Por ejemplo, llena tu tina de agua tibia, échale sales aromáticas y relájate. Arrienda una película: Obviamente debería ser una comedia jocosa, de esas que te hacen reís sin dejarte respirar. Aléjate de la cocina: Si cada vez que tienes un mal día te vas directo al refrigerador en busca de chocolates, pastel, comida china o lo q...
Siempre es bueno verbalizar o luego todo se quema(nos quemamos) por dentro.
ResponderEliminar¡Te quiero Pauli!
créeme que me acuerdo de ti siempre que me quedo callada con algo y me digo: dilo, dilo.. y bueno, a veces resulta y otras no. Esta vez si funcionó. Te quiero de aquí al sol, Rouse de mi cucharon
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