He estado pensando mucho en la maternidad. Antes no pensaba en eso porque no estaba en mi prioridades, es más, en varios momentos pensé que no quería. Más que por el hecho de no querer, por el miedo a ser mala madre y traspasarle mis traumas. No es que ahora no tenga esos miedos, es sólo que ahora creo poder compensarlos de otra forma. Suena cliché, pero de verdad siento que demasiado amor para entregar. El miedo no me dejará nunca. Creo que ni siquiera yendo al psicólogo. Hoy es el día de la mamá y a ratos siento envidia por la gente que ama con locura a su mamá. Y también un poco de culpa por sentir que debería querer más a la mía y juzgarla menos. Cuando pienso en mi mamá pienso en cosas malas y pocas buenas. Con el paso de los años, he ido recordando más mi niñez. Cosas tan simples como recuerdos de cuando tenía 3 o 4 años. Sentarme en las piernas de mi mamá y sentir su olor, pero no era suficiente, así le levantaba la polera y me ponía cerca de su pecho. Recuerdo que me ...