El vínculo entre hermanos es más fuerte. Nunca me importaron tanto mis padres como mi hermano. Cuando me hicieron esa maldita pregunta en segundo básico sobre ¿A quién elegirías para salvarte del fin del mundo? para mi fue fácil: mi hermano. Nada más. ¿Por quién darías la vida? Por mi hermano. ¿quién es para ti un súper héroe? Mi hermano. Mi hermano y después yo. En realidad, debería odiarlo, por ser el ser más perfecto que conozco, por ser él quién me quita, sin quererlo, el cariño de muchas personas. Él es el ser más perfecto que conozco y cualquier defecto que él tenga para mi será insignificante ante sus virtudes. Él es mi dios, mi vida, mi otra mitad, mi yang y yo soy su ying. Tan distintos, tan apartes, divididos en dos, él es mi complemento. Nunca necesitamos de palabras para decirnos las cosas, para empezar a cantar la misma canción sin decirnos nada. Nunca necesitamos hablarnos para tomar decisiones, jamás hemos hablado de algo serio, porque sabemos que las palabras duelen...